Ante un problema de dolor de hombro, en muchas ocasiones, nos encontramos que el diagnóstico médico es de Tendinitis del Supraespinoso. El concepto tendinitis hace referencia a un proceso de inflamación agudo, que debería estar asociado a un traumatismo o a un gesto desencadenante. Pero, en muchas ocasiones la aparición de dolor es progresiva y no tiene un inicio claro.
Si llevamos tiempo con dolor es probable que no nos encontremos en una fase inflamatoria aguda.
Pese a que es muy común encontrar hallazgos degenerativos en el tendón, muchas veces descritos como tendinitis, se ha observado que muchos pacientes sanos presentan también estos procesos degenerativos sin dolor.
El hombro es una articulación muy característica dada la necesidad de amplitud de movimiento que tiene. Es por esto que depende mucho del sistema muscular para la correcta estabilización y función del brazo.
Es por esto que cualquier desequilibrio muscular pueda ser el origen del dolor, o al menos, un factor contribuyente a la perpetuación de los síntomas. De ahí, que todo proceso de recuperación de un dolor de hombro implique un correcto programa de ejercicios para garantizar el correcto funcionamiento del complejo articular del hombro.
La Orquesta del Manguito Rotador
Podemos entender el manguito de los rotadores como una orquesta, en la cual cada uno de los instrumentos tiene que estar afinado y sonar en el correcto momento para que todo suene perfecto. Si un instrumento suena fuera de tempo desequilibra toda la orquesta y el resultado puede ser fatal.
En el hombro sucede lo mismo. Cada músculo tiene un trabajo específico y un tiempo de activación adecuado. En ocasiones, debido al dolor, a una mala posición, esfuerzos o posiciones mantenidas, algunos músculos del hombro empiezan a trabajar menos o fuera de tiempo. Esto, al final acaba rompiendo el equilibrio haciendo que el dolor se cronifique o no termine de resolverse.
